En el vibrante mundo del arte y la cultura pop, pocas historias son tan inspiradoras como la de Alejandro Oneto Parro, conocido en redes sociales como One.to.art. Este joven gaditano ha encontrado en las camisetas de fútbol un lienzo singular para expresar su pasión por el deporte rey y su creatividad innata, ganándose el reconocimiento tanto de aficionados como de clubes de élite en tan solo unos meses.
Alejandro Oneto comenzó su andadura artística en junio de 2024, un periodo sorprendentemente reciente para alguien que ya ha alcanzado una gran notoriedad con casi 14.000 seguidores en Instagram. “Vi a un chico francés en Instagram pintando camisetas de fútbol y pensé: ‘Con lo que me gusta el fútbol y las camisetas antiguas que tengo, ¿por qué no aprovecharlas creando obras?”, confiesa. Este pensamiento lo llevó a pintar camisetas de sus equipos favoritos: el Real Madrid y el Cádiz CF. Su obra de Mágico González se viralizó al ser compartida por el club gaditano, lo que le abrió las puertas a colaboraciones con otros equipos de primera y segunda división.
La técnica tras la magia y la conexión con las camisetas de fútbol
El proceso creativo de One.to.art es meticuloso. Selecciona imágenes que transmiten fuerza, las adapta en Photoshop y luego las traslada a las camisetas utilizando pintura acrílica, rotuladores acrílicos y lápices de pastel. Estas camisetas son piezas artísticas destinadas a ser enmarcadas: “son camisetas en las que trabajo durante 8 o 9 horas; si no se tocan, no deberían sufrir daños”, añade.
Al ilustrar a jugadores y entrenadores de épocas pasadas, Oneto opta por un estilo vintage con tonos dorados y monocromáticos. Para los jugadores actuales, utiliza temáticas modernas, lo que refleja su sensibilidad para conectar el arte con las diferentes épocas del fútbol.
El auge del movimiento blokecore, que celebra la estética casual y futbolística, ha impulsado la relevancia de One.to.art. Aunque su obra no está pensada para el uso diario, reconoce que muchos le preguntan si pueden vestir sus camisetas: “sí, pero con precaución y solo para eventos especiales”, responde. Este vínculo entre moda, fútbol y coleccionismo es algo que siempre ha formado parte de su vida. “Uso camisetas de fútbol en mis outfits habituales, excepto las del FC Barcelona, jejeje”, comenta entre risas.
El arte del coleccionismo
El mercado de camisetas de fútbol vintage ha experimentado un auge significativo, algo que el artista ve como una oportunidad para revalorizar su arte. “Los diseños antiguos eran más distintivos. Hoy en día, las marcas ofrecen cortes y colores casi idénticos. Mis obras convierten estas camisetas en piezas únicas que suben su valor”, explica.
Aunque no se considera un coleccionista, reconoce que la historia y el diseño de una camiseta influyen en su atractivo. Este enfoque le permite conectar con aficionados y coleccionistas que buscan algo más que una simple prenda: una historia.
Reacciones y futuro
La recepción del público hacia las camisetas pintadas ha sido abrumadoramente positiva. “Todos los comentarios en mi cuenta son buenos. A mucha gente le encanta lo que hago y sueñan con tener una de estas camisetas”, asegura.
En cuanto al futuro, Oneto no descarta colaboraciones con marcas deportivas o exposiciones. Aunque ya ha trabajado con grandes equipos de La Liga como el Osasuna, el Betis o el Villarreal, se siente afortunado por las oportunidades que ha tenido hasta ahora como la camiseta de despedida para Jesús Navas o la camiseta solidaria por la DANA de Valencia. Su consejo para artistas emergentes es claro: “cualquiera puede hacer cualquier cosa si se lo propone. Con práctica y aprendiendo de los errores, todo es posible”.
La historia de One.to.art no solo destaca por su rapidez y éxito, sino también por su capacidad para unir el arte y la cultura futbolística en un contexto único. En tan solo unos meses, Alejandro Oneto Parro ha demostrado que con pasión, talento y determinación, se pueden romper barreras y transformar algo tan cotidiano como una camiseta de fútbol en una obra de arte con un impacto duradero.